Nuestro primer día en Beijing fue muy emocionante. Antes de llegar habíamos leído que el clima sería más frío que en Shanghái (el primer destino de nuestro viaje), pero creo que en realidad no estábamos preparados para lo que sería. En la mañana llegamos primero a la Ciudad Prohibida, absolutamente increíble. Simplemente el tamaño del lugar es asombroso; puedes leer todo acerca de este sitio en nuestra publicación sobre Beijing. Estuvimos al aire libre poco más de una hora a temperaturas congelantes.
Menciono el clima porque es crucial que comprendas cuánto frío teníamos y cuántas ganas teníamos de simplemente ya no estar al aire libre por un rato. La mejor noticia del día fue cuando el guía nos dijo que ya estábamos cerca del restaurante.
Finalmente llegamos a un restaurante muy moderno en medio de lo que parece un camino local. Resulta que el edificio solía ser una fábrica de televisiones que producía las primeras televisiones en blanco y negro de la ciudad. Hassell, una empresa de arquitectura y diseño de Australia, diseñó el restaurante; es muy moderno y limpio con mucha luz natural. En general, un gran lugar para disfrutar una maravillosa comida.
Estábamos encantados de estar finalmente al interior. Mientras caminamos a nuestra mesa, fui viendo todos los platillos en las mesas y cada uno se veía mejor que el anterior. Tan pronto nos sentamos, una señorita muy amable y simpática (luego supimos que se llama Sarah y había llegado de Francia para trabajar en el restaurante con su amigo, el chef principal Ignace Lecleir) tomó nuestra orden de bebidas y nos entregó el menú.
El menú siempre está cambiando debido a la influencia de chefs invitados, por lo que tal vez no veas el mismo que nosotros, pero puedes estar seguro que será exquisito. Llegamos a las doce del día, por lo que nos mostraron el menú de brunch y todo se veía delicioso. Para comenzar, nos trajeron una espléndida canasta de pan, la cual rellenan sin preguntar, ¡así que guarda espacio para la comida!
Pedí la sopa de calabaza con crema mascarpone y queso parmesano, el atún blanco a la parrilla con frutos cítricos y aderezo de jengibre y miel, el penne a la boloñesa y la lubina cocida a fuego lento con celerisotto y una emulsión de perejil, más un pay de queso para terminar. Ten presente que es un restaurante de comida europea contemporánea con un chef principal francés, por lo que tal vez no sea tu lugar ideal si prefieres porciones abundantes. Aunque debo reconocer que salimos muy satisfechos, así que no te espantes por las porciones que se muestran en las fotografías.
Todos y cada uno de los platillos fueron absolutamente deliciosos. La presentación ciertamente era una obra de arte y los sabores en cada platillo se fusionaban de maravilla. Mi platillo favorito fue la lubina cocida a fuego lento, pero me costó trabajo decidir porque todo estuvo buenísimo. No todos pedimos lo mismo, por lo que pude probar la terrina de foie gras con chocolate blanco y manzana verde, más la sopa de elote con polenta cremosa, también ambas estuvieron increíbles.
Al final de la comida, Sarah ya era nuestra amiga, habíamos recuperado calor y estábamos listos para continuar descubriendo la fascinante ciudad de Beijing.
Temple Restaurant Beijing es el paquete completo. El ambiente y la atmósfera son maravillosos (con mucha gente local, lo cual siempre es bueno), con servicio excelente y comida extraordinaria. También tiene una lista de vinos muy extensa diseñada por los tres sommelier de la casa. ¡Definitivamente recomiendo que anotes este restaurante en tu lista para cuando visites Beijing!
http://www.trb-cn.com/restaurant/
by: Nicole Meyer
Nicole Meyer grew up in Mexico City, with a family who always loved to travel, experience new things and dine out. After high school, she moved to Washington DC, where she currently attends George Washington University. Nicole never misses a chance to try a new restaurant and experience new flavors. As DC’s culinary scene grows she loves to follow it along. Stay tuned for reviews on the latest and best restaurants of the district.
