Todo el mundo sabe que en la ciudad de Nueva York nunca falta qué hacer. Desde museos y obras en Broadway, ir de compras o (nuestro favorito) comer y cenar, hay un sinnúmero de cosas para hacer. De hecho, hay tantas actividades que tendemos a enfocarnos únicamente en Manhattan cuando visitamos la Gran Manzana. Hace poco tiempo, decidimos ver más allá de la ciudad cuando mis padres vinieron de visita y lo que encontramos nos dejó completamente asombrados.
Inaugurado en 1960 y ahora uno de los principales jardines de esculturas del mundo, Storm King Art Center es un mundo mágico de 200 hectáreas llenos de campos, colinas y bosques, brindando un impresionante escaparate para cerca de 100 esculturas creadas por algunos de los artistas más renombrados del mundo, incluyendo Richard Serra, Sol LeWitt y Alexander Calder. No sabíamos qué esperar de un jardín de esculturas a la mitad de la nada, pero pronto entendimos que habíamos encontrado un tesoro escondido.
Storm King Art Center se localiza una hora al norte de la ciudad de Nueva York, en el valle de Hudson, es fácil llegar ahí en tren si no tienes acceso a un coche. Lo ideal es tomar el tren de Penn Station a Secaucus y luego trasbordar con destino a Port Jervis donde bajarte en la estación Salisbury Mills/Cornwall. Ahí había múltiples taxis ofreciéndonos el trayecto de 10 minutos a Storm King.
All llegar a Storm King, hay varias maneras de visitar el parque. Tienen algunas bicicletas en renta, un camioncito que te pasea o caminos para hacerlo a pie. Para poner un poco de proporción del tamaño del lugar, 200 hectáreas es equivalente a cinco campos de golf. Visitamos el parque a finales de noviembre y el clima estaba frío, así que elegimos el camioncito. Fue maravilloso porque puedes bajarte en ciertas paradas, tomar fotografías, caminar un poco y luego volver a subir. Si visitas cuando el clima es más cálido, te recomiendo disfrutar el recorrido en bicicleta.
En cuanto al arte, nos impresionaron mucho las esculturas que el lugar ha instalado. No sólo por el tamaño de las piezas, sino también por la belleza absoluta del paisaje. El contraste de la naturaleza con el acero y metal utilizado en muchas de las piezas, brinda vistas dignas de tarjetas postales. El terreno es tan extenso que cada una de las 100+ obras de arte tienen su propio espacio en perfecta armonía con sus alrededores.
Escribir acerca de cada escultura sería interminable, pero puedo decir cuáles son mis favoritas para que estés atento cuando visites: La pared que desaparece hacia dentro el río por Andy Goldsworthy definitivamente ocupa el lugar número uno en mi lista, y las tres piezas por Calder no se quedan detrás. La valla de espejo de Alyson Shotz sirvió como excelente fondo de algunas fotos increíbles y Wavefield por Maya Lin fue absolutamente espectacular.
Visita stormking.org para conocer más acerca del parque.