Hay varios chefs muy conocidos en la Ciudad de México que han cambiado la escena gastronómica del país y la percepción de ella a nivel internacional durante los últimos 15 años. Algunos de estos chefs son Enrique Olvera de Pujol, Elena Reygadas de Rosetta y Mikel Alonso de Biko.
También hay otros chefs jóvenes que se han hecho famosos durante los últimos años, uno de ellos es Daniel Ovadia, el creador de Paxia. Daniel Ovadia comenzó su carrera culinaria a la temprana edad de 21 años, inaugurando Paxia, un restaurante que rinde homenaje a la cocina tradicional mexicana con un toque internacional. Ovadia originalmente deseaba abrir Paxia con un concepto italiano-mediterráneo, pero como bien dicen, por algo suceden las cosas: conoció a Titita Ramirez Degollado, una reconocida chef mexicana y propietaria de la cadena restaurantera El Bajío, quien de casualidad era amiga de la abuela de Daniel. Comenzaron a platicar acerca de su plan de abrir un restaurante y ella mencionó que debería apostarle a la cocina mexicana como ningún joven chef lo había hecho antes, así que eso hizo. Así comenzó su exitosa carrera como chef, estableciendo a lo largo de los años múltiples restaurantes, desde Paxia (San Angel y Santa Fe) hasta Peltre y Mora Blanca.
Su más reciente creación es Nudo Negro, ubicada en la Colonia Roma de la Ciudad de México. Su proyecto, algo completamente distinto a todo lo que se había visto en México, tardó dos años en abrir sus puertas. El lugar cambió del nombre original, iba a ser llamado Hilo Negro y terminó llamándose Nudo Negro.
La base de este menú es la ciencia de los sabores y todo el concepto del restaurante es compartir. La cuenta promedio en el restaurante, que no es absurdamente caro, es de $350 pesos por persona o $23 dólares. Es importante mencionar que éste no es un restaurante mexicano, sino más parecido a una fusión internacional. Durante los últimos meses este restaurante ha sido significativamente mencionado en la prensa mexicana y por la comunidad de los aficionados a la comida. Hace algunas semanas decidí que era hora de probarlo y enterarme de lo que el Chef Ovadia ofrece en este restaurante nuevo. Como lo mencioné, los platillos están diseñados para compartirse con tus acompañantes, lo cual me encanta porque así pruebas platillos distintos. El mesero sugirió que pidiéramos un platillo por persona, ya que las porciones son abundantes, por lo que pedimos tres. De principio pedimos la berenjena a la parrilla con salsa tjine, servida con la berenjena entera partida frente a nosotros y luego la salsa tjine se vierte encima. Se acompaña con pan pita casero. Es un platillo saludable y el sabor es simplemente increíble.
De platillo principal probamos los dumplings de pato y las brochetas de res. Los dumplings vienen con champiñones y una salsa de cacahuate que estaba deliciosa. La brocheta se sirve con salsa tzatziki y vinagre balsámico. La interesante combinación de sabores y la presentación de todos los platillos hacen que este restaurante sea sumamente único. De postre pedimos un pastel de té verde con salsa de Jamaica y nieve de lichi.
Si estás en busca de una experiencia gastronómica única en la ciudad de México y te gusta disfrutar una variedad de platillos y sabores, Nudo Negro es fundamental. La mejor parte es que el restaurante es casual y sencillo, te aseguro que disfrutarás la comida y el momento.