Situado en las montañas rocosas canadienses a dos horas de la ciudad de Vancouver, se encuentra Whistler, un espectacular destino para disfrutar todo el año.
Para los amantes del esquí y snowboard durante la temporada de invierno, puedes visitar Whistler y Blackcomb. Estas dos montañas están unidas por un vibrante pueblo con una gran variedad restaurantes, bares y tiendas para ir de shopping. En el verano los viajeros pueden gozar de cuatro campos de golf, un sinfín de rutas de senderismo y una montaña con rutas especificas para hacer bicicleta downhill.
Como en todo viaje, la parte gastronómica es crucial y definitivamente Whistler no se queda atrás. Desde bistrós, creperías, panaderías, hasta steak houses, opciones para comer arriba en la montaña y restaurantes sofisticados, en este destino hay para todos los gustos y paladares.
Sin importar la fecha que visites Whistler, te dejamos un listado de los mejores restaurantes para que comas rico y disfrutes al máximo tu vacación.
Foto cortesía Bar Oso/Ema Peter
Foto cortesía Kevin Clark/Bar Oso
Bar Oso
Bar Oso es un pequeño bar liderado por el chef Jorge Muñoz Santos originario de Madrid. El nombre del lugar hace referencia a la fauna silvestre del destino. Aquí podrás gozar de excelente coctelería, tapas y platillos para compartir inspirados en la cocina española. Además, tienen una deliciosa variedad de charcutería hecha en casa. No dejes de probar el Oso Sour con bourbon infusionado con tocino o el smoked Rosemary Sour con una ginebra local. En la parte gastronómica, los favoritos son el crudo de callo de hacha, las albóndigas de cordero, la tabla de charcutería, los montaditos y la clásica tortilla española.
Bar Oso no toma reservaciones por lo que recomendamos llegar temprano o anotarse y pasear por el pueblo mientras se libera una mesa.
Foto cortesía Pure Bread/Mike Crane
Pure Bread
Si buscas un lugar para desayunar y empezar el día con el pie derecho no busques mas y visita Pure Bread. Esta panadería empezó como hobby para cocinarle a los amigos y familiares del dueño. Años después comenzaron a vender sus delicias en el mercado navideño de Whistler. Tal fue el éxito que ahora cuentan con dos sucursales en este destino de montaña y tres más en Vancouver. Para desayunar ofrecen brioche de tocino y huevo, croissants de almendras, scones de diversos sabores entre muchas otras cosas. Acompaña tu pan de elección con un café con leche de almendra o un chocolate caliente. Para medio día puedes probar su brioche de feta y espinaca, pies, sándwiches, tartas o pizzas pequeñas.
Foto cortesía Larry Goldstein
Foto cortesía Larry Goldstein
Il Caminetto
Consiéntete una de las noches de tu vacación y ve a cenar a Il Caminetto. Un restaurante sofisticado y elegante que sirve extraordinaria comida italiana elaborada por el chef ejecutivo James Walt, reconocido dentro de los mejores cocineros del país. Comienza la experiencia con una botella de vino, su carta ofrece vinos italianos y de la costa oeste del Pacífico. Los platillos insignia del lugar son la mozzarella di bufala caprese, el carpaccio de res, el spaghetti con azafrán y langosta, el rigatonia bolognese y el ribeye con morillas. Si aún tienes espacio el panna cotta con miel vale la pena.
* Es necesario reservar con anticipación
Foto cortesía Grill Room
The Grill Room
Para los carnívoros, The Grill Room dentro del Fairmont Chateau Whistler es una parada obligada. Un restaurante refinado con excelente servicio que se enfoca en ofrecer diversos cortes y pescados a la parilla con una variedad de deliciosas salsas y verduras como acompañamiento. Si te gustan los platillos preparados en la mesa, elige la sopa de jitomate con ginebra, la cuál es flameada ahí mismo. El foie gras sellado y los crab cakes son excelentes opciones para compartir. De plato fuerte puedes elegir entre una variedad de carnes como New York, rib eye, waygu o tenderloin. También hay opciones para quienes no comen carne como el atún, salmón o un exquisito risotto.
fairmont.com/whistler/dining/grillroom/
Christines on Blackcomb
Una de las cosas que más disfrutamos en Whistler fue la calidad de la comida arriba en la montaña, en especial en Christine’s localizado en el Rendezvous Lounge en la montaña de Blackcomb. ¡Adiós a los hot dogs, sandwiches y papas fritas! Te espera una grata experiencia gastronómica con una espectacular vista a las montañas ya sea en invierno o verano. El menú se enfoca en platillos tradicionales con ingredientes locales y sustentables. Además ofrecen una muy extensa carta de vinos para acompañar tu comida. Para comenzar, sugerimos ordenar los tater tots con garbanzo y coco, la ensalada BBQ de pato o el salmón curado. La hamburguesa es espectacular e imperdible así como el risotto de hongos silvestres y el atún con verduras. De postre el Rocher de chocolate y plátano con praliné y avellana es riquísimo.
Crepe Montaigne
Creperie Montaigne es un restaurante casual que abrió sus puertas en 1997. Los dueños Laurence y Michel Gagnon acostumbraban vender crepas en el Farmer’s Market del pueblo hasta que se animaron a abrir su propio restaurante. En este lugar puedes probar crepas dulces y saladas, fondue de diversos sabores y raclette al estilo suizo. Nuestros platillos favoritos son: la crepa de salmón ahumado o la de jamón con espárragos con salsa bechamel, el fondue de mostaza dijon y la raclette con jamón, prosciutto y salami. Vale la pena dejar espacio para probar las crepas dulces en especial la de Nutella con plátano y la de manzana con canela.
Foto cortesía Alta Bistro
Foto cortesía Alta Bistro
Alta Bistro
Si buscas un lugar casual para cenar con una excelente cocina, Alta Bistro te encantará. Este es un bistró con un menú cambiante acorde a la temporada y a los ingredientes disponibles en la región. Además cuenta con una carta de vinos regionales y excelente cerveza artesanal. Comienza con la sopa de calabaza o el tartare de alce. De plato fuerte el wagyu o el halibut con hongos shiitake son excelentes opciones. No dejes de fijarte en la pared que tienen con puros frascos con verduras en vinagre, aparte de que se ve precioso, estos ingredientes los cultivan en verano y los almacenan de esta manera para que los puedan usar en los meses de invierno.
